¡Abandona toda resistencia a expresar tu creatividad! Deja que fluyan tus ideas.
Abandona toda resistencia
El abanico
Dibujo lleno de ternura que protagoniza la mujer con su gran abanico. Una mujer fuerte y sabia con un espíritu que, de cultivarlo y cuidarlo, ha crecido y se transformado.
Empática con las mujeres y con su dolor, usa su sabiduría (representada por el búho) para guiarlas en el camino de coser sus almas rotas. Una vez cumplida su labor, se abanica indiferente, pues le da igual lo que puedan pensar o decir sobre ella. Se conoce a sí misma, se ama, y sabe que lo que hace es grande. Ante la opresión, me abanico.
La cazadora
Dibujo de enorme simbolismo y fuerza. Aquí hay una cazadora de lobos. Atrae a los lobos para hacerlos descender de su escondite y lo hace no solo para dominarlos, sino que los atrae para acabar con ellos. Ella hará todo lo posible para que el lobo no rompa tu alma. Será tu protectora porque su fuerza brota como una cascada del interior de la montaña e invade tu corazón, sí, ese que el lobo te ha roto.
Esta cazadora no va a parar hasta que el lobo que tienes escondido en tu interior, esos miedos que atenazan tu espíritu, quede aniquilado. ¡Ay cazadora!, cuida de todas nosotras.
El amor llama a la puerta
El amor llama a la puerta
El dibujo muestra la nueva etapa de esta Diosa de la Lucha. Una mujer que supo coser su alma rota, que sabe vivir el ahora y que tiene claros cuáles son sus sueños. La abraza un hombre bueno, que ha conquistado su alma y que le presta protección y apoyo ante el lobo. El barco del amor les espera para iniciar su travesía, una vida juntos. De rojo pasión y dorado, como el Sol, ella. Aullando de rabia queda el lobo ante esta escena.
Eterna primavera
El verde, el color de esperanza y paz, rodean a esta mujer poderosa y con un alma pura y alegre; de ahí su camisa blanca y floreada. Porta un pañuelo. Un pañuelo rosa que lleva con orgullo. Con él tapa su cabello ya crecido y nos comunica «Yo he tenido un cáncer de mama«. Miradme. Estoy con vosotras.
Su transformación, representada por las mariposas, y su posición ante la vida de aprovechar el momento, la convierten en un ejemplo, en un ser de luz como la eterna primavera que brilla por donde ella pasa. Yolanda, que me alumbre a mí también tu eterna primavera.
Conectados por y para siempre
Bonjour les amies, esta familia se presenta ante nosotros en París, un lugar especial para ellos. Un hombre bueno y empático acoge con sus brazos a los niños dándoles su protección y amor. La madre observa con suma dulzura la escena. La alegría, los colores de Francia y la inocencia de los niños invaden este dibujo.
Un gato que les acerca globos corazón, perros parisinos que posan vestidos, es el entorno que rodea a esta mujer que siente que un nuevo miembro pasa a formar parte de su familia. I love Paris.
El farolillo
Este cuadro representa a la mujer empática, una mujer que es guía (farol) en el camino hacia un bello universo, el universo del amor en toda su extensión, de la transformación (mariposa) del ser en algo bello y maravilloso y de vivir el ahora (libélula). Detrás de ella, en un terreno baldío y separado por el río de la vida, se encuentra su pasado, que ella ha aprendido a guardar y que ahora ya sabe manejar.
Colores del cielo en la tierra y de la tierra en el cielo. Un dibujo espiritual en el que ella, melancólica, contempla el maravilloso universo que ha creado. Guíanos con tu farolillo, mujer.
La reina de corazones
Sentada en su trono, rodeada de azules y violetas, en un paisaje otoñal, vigila sus tres corazones, el de su marido y el de sus dos hijas. Para ello cuenta con su paz interior, representada por la paloma, que perfuma su hogar y envuelve lo que ella más ama. La primavera de la vida de sus hijas ya pasó y ahora caminan solas. Eso no impide que, llegado el otoño, la reina de corazones se mantenga expectante porque conoce los avatares de la vida. La mariposa verde esperanza le recuerda cómo ella sola aprendió a quererse, a valorarse, le recuerda la transformación de su alma. Porque tú ya eres reina.
La rosa
Colores verdes y azules rodean a la protagonista de este dibujo, que bajo un cielo estrellado mira con desparpajo la espinada rosa roja que cae. Vestida de noche, con sus largos pendientes, su flor en el pelo, su vestido negro y su manto turquesa y dorado, no se deja engatusar por las engañosas y atractivas las rosas. No dejará que cadenas de hermosas rosas atrapen su libertad. Su libertad no tiene precio y ella lo sabe.
Farolillos de colores
Madre e hija celebran la fiesta de su unión, de la fusión de sus dos universos en uno solo. El hilo de la vida los ha unido con tal fuerza que ya nada ni nadie logrará separarlos jamás. Con flores blancas, igual que una novia, la mujer recibe el don de ser madre. De rojo estrellado acoge, por fin en sus brazos, el maravilloso ser que de ella nace. Mariposas de dulce color rosa nos trasmiten la transformación interior que supone la maternidad. La paloma azul representa el remanso de paz que la invade en este encuentro. Madre, ¡qué palabra más grande! Farolillos de colores.
Ya no me diviertes
La atracción
