Una mujer flexible, con metas claras y con la certeza de que todo pasa. Vive desde el amor y no desde el miedo. Se ama, por ello su vestido eterno y su ramillete de hojas de corazón. Subida a un astro desde el que observa con dulzura los demás mundos que la rodean, ella siente su libertad. El viento puede arrancarte de la tierra y llevarte y dejarte caer lentamente para luego hacerte volar de nuevo; pero a ella no, ella es libre.
Brigid
Brigid, diosa irlandesa de la fertilidad, la sabiduría, la adivinación y el agua de los ríos; protectora de las mujeres y de los guerreros. Minerva para los romanos. Siempre armada, fortaleza inexpugnable que rompe las cadenas que quitan la preciada libertad de la mujer, representadas por rosas que caen y sangran. Siempre tiene el conocimiento y la virtud, representado por el búho. Sus ojos retan, su pelo es fuego y su corazón todo lo embellece. Acompañada del gato y el zorro, la sospecha y la astucia, se presenta ante todos sin miedo al lobo, porque ella todo lo puede. Madre de las madres.
La mujer melancólica
De estilo chinesco, una mujer que da paz y sosiego. La libélula, símbolo de fuerza está a su lado. De fondo el mar, islas mágicas, cielo rojo pasión, porque ella es todo pasión.
La sanadora
La sanadora, mujer de azul celestial y mágica que sana corazones y almas. Su cara, pura dulzura. Sus ojos bucólicos observan la ofrenda de su hijo, un ramillete que termina en tres madroños. Dos seres mágicos que recogen plantas en noche de luna llena para sanar almas que pócimas no sanan.
Un mismo camino, un mismo fin
Una madre que ha sabido salir de los pozos oscuros y profundos de la vida. Vestida color lavanda y con joyas del Dios Sol, observa como su hija ya va a caminar por las estrellas. Madre e hija, un mismo fin, unidas para siempre. Su hija se presenta con la vara de la vida, rodeadas ambas de mariposas que con sus dulces alas impregnan de los polvos de la vida a ambas. Stella ya se enfrentó al lobo.
Tierna y en paz
Se sienta en su silla a disfrutar de la melancolía de la luna, se siente guapa, se siente enamorada, disfruta de ella misma. Ya la tormenta pasó.
Ella ya maneja a los lobos
Una mujer guerrera de la vida, que con su tesón y paciencia ha tenido que domar al lobo para encontrarse a ella misma y hacer renacer su magia interior.
La mujer libre
Representa a una mujer mágica, que ha tenido que madurar muy rápido y con dureza. Las rosas rojas caen igual que caen las ataduras y las cadenas. La mujer, rodeada de verde esperanza,mira como caen las rosas, con seguridad, desnuda ante la vida.
Mariposas rojas
Las cadenas se han roto, representadas por rosas, y se pierden por el universo. Esta mujer vestida del color lavanda, toma posesión de su mundo con humildad y bondad, presentando ante todos su alma pura y desnuda. Gatos que se arrullan tras sus faldas, mariposas rojas que revolotean a su alrededor, mariposas que muestran la transformación del ser.
A ella le gusta el azul
Este dibujo versa sobre la amistad atemporal. Ella con azul cielo y su amiga de rosa, bailan como si las dos fuesen una sola persona, bajo un cielo rojo estrellado, ante la inmensidad del mar. Son diferentes, pero sus valores son los mismos. Unidas por un hilo de plata imposible de cortar; solo la vida podrá.
La libélula del abuelo
El barquito, que hace de puente entre dos mundos, trae al abuelo que entrega a su hija la libélula. Poseerla significa tener la capacidad de disfrutar del ahora, pues es lo único que existe, de ser feliz con lo que tienes. Es fuerza y renovación del espíritu. Sus hijos pequeños, unidos para siempre desde el vientre de su madre, portan lo etéreo, el don de crear, la magia de la luna. El hijo mayor rodea con su brazo al abuelo y con su corazón a su madre. La Madre, protagonista del dibujo, de pelo rojo pasión, cautivada por la escena, siente por fin la anhelada presencia de su padre, siente su olor, siente su fuerza, siente su amor y entiende el mensaje que le trae, vive el ahora hija.