La protagonista de esta escena es una chica joven a la que toda la familia mira con ternura y orgullo. Es una sanadora, una mujer de alma libre y soñadora. Con sus dos flores azules, su labios «pintaos» y su chal rojo y negro, transmite su fuerza. Su sobrina la ama, su hermana vela por ella. Sus padres la apoyan en sus decisiones y la anhelan cuando no está. Las rosas vuelan a su alrededor y caen al suelo tiñéndolo de rojo: A mí me han enseñado a ser libre y a amarme, se dice ella.
El árbol que da la vida
En esta escena familiar, todos van de fiesta. Las mujeres con sus chales de flores y lunares, sus flores en el pelo, sus collares, y el padre con su chaqueta azul y su camisa blanca. La protagonista es una mujer embarazada, esperando su segundo bebé, que observa cómo el árbol que da la vida se extiende y rodea a todos sus seres queridos, su hermana, sus padres y su pequeña hija, la cual sostiene una amapola y mira fijamente al espectador. Quiere guardar para siempre esta escena de amor que se ido transmitiendo de generación en generación. Dulzura y ternura son en sí esta escena. El volver a ser madre. El volver a sentir la vida en ti.
De corazones y estrellas
Escena familiar llena de magia en la que los protagonistas son un matrimonio, acompañados de sus dos hijas y su nieta. Se puede apreciar cómo el color del cielo está en la tierra y el de la tierra en el cielo, lo que remarca la magia del dibujo. El abuelo, tostado por el Sol, amante del campo y la naturaleza recoge a su nieta y ambos se miran, se hacen cómplices en su universo.
Centra la escena su mujer, con su gato naranja y su ramillete de corazones que reparte. Es nuestra Reina de Corazones que cuida de sus seres queridos. Junto a ella un perro que simboliza la fidelidad, pues este matrimonio sigue enamorado, son fieles el uno al otro y si hubiese otra vida, volverían a unirse.
Corazones y estrellas para vosotros, feliz pareja.
La colcha de mi alma
Sentada y pensativa esta mujer juega con trozos de tela que une con todo su amor para componer un gran mosaico de vívidos estampados con el que se abstrae de su cotidianeidad. La viveza de los colores de la colcha refleja su forma de ver la vida: alegría, luz, calidez, sol… En este escenario también hay un cesto con ovillos de lana de tonos tierra, una máquina de coser… y un lobo que merodea a su alrededor. Es curioso cómo en este mundo que ella teje el lobo se hace chiquitito ganando protagonismo las libélulas y las mariposas, símbolos del vivir el ahora y de la transformación del ser. Más arriba de la luna están las cadenas, inalcanzables… por ahora.
Gracias a tu universo de trozos de tela y ovillos de lana eres capaz de irradiar amor, dulzura y fidelidad. Te quiero, costurera mía.
Cuando la noche se convierte en día
En este dibujo se representa una mujer que ha superado la violencia de género. Su belleza es tan grande, su dulzura y su poderoso interior son tan deslumbrantes que hasta la noche se convierte en día con su sola presencia. En su mano un pavo real simboliza la integridad y la belleza que podemos lograr cuando mostramos nuestro verdadero interior, sin miedos. Es el tótem de la gloria, la espiritualidad y el despertar. Como siempre, las rosas volando a su alrededor simbolizan la ruptura de las cadenas del maltrato.
Mujer valiente e incorruptible, la noche se vuelve día con tu presencia. Gracias por tu logro.
Y de las cenizas resurgí
Pintura muy especial en la que, a diferencia de lo habitual, el protagonista es un hombre. Como el Ave Fénix, destrozada su alma y habiéndolo perdido todo en manos de la violencia y de la incomprensión social, resurge de sus propias cenizas de plata como su espíritu. Sucumbió a la violencia del entorno y al acoso laboral, la homofobia y la crueldad le llevaron a perderlo todo, menos su alma de plata. No obstante, como el poder que otorgan las lágrimas del Ave Fénix, apoyado en el amor de sus padres, retorna mágico y fabuloso, con más fuerza que nunca. Este hombre, lleno de amor, ayuda ahora a otros que sufren la violencia qué él vivió.
En el dibujo sus lágrimas de plata sobre las cenizas encienden las llamas que nos lo devuelve a la vida. En el cielo, ya siendo Ave Fénix, el polvo estelar le rodea y le acoge con su magia.
Porque yo decido
Porque yo decido, decido desde la calma, como mujer, como ser humano, decido libre, abriéndome con todas mis fuerzas para lograr mis metas.
Sin límite
Que no te digan que el cielo es el límite cuando hay huellas en la luna.
Asesino
Este lobo malo no te ama, este lobo malo te romperá el alma y destrozará tu corazón.
Este lobo malo es un asesino.
Sí me lees y tienes uno cerca, por favor, aléjate del lobo.
Estoy contigo
Es empatizar, es entender los sentimientos de la otra persona, es apoyarla desde la empatía, sin juicios, sin prejuicios, solo con amor.
Las ovejas negras
¡Qué importantes son las ovejas negras!
Cómplices
Y es que somos cómplices, confidentes, cofres de secretos y magia. Diferentes, pero ¡tan, tan cómplices!