
Una madre que ha sabido salir de los pozos oscuros y profundos de la vida. Vestida color lavanda y con joyas del Dios Sol, observa como su hija ya va a caminar por las estrellas. Madre e hija, un mismo fin, unidas para siempre. Su hija se presenta con la vara de la vida, rodeadas ambas de mariposas que con sus dulces alas impregnan de los polvos de la vida a ambas. Stella ya se enfrentó al lobo.